HISTRIÓN
Llorar por nada es llorar por
todo. El agotamiento de una vida inactiva. Dejar de ser educado, sentir que
queman los sueños por dentro. No es productivo imaginar. Resquebrajar la coraza
de normalidad a espasmos. Todo lo retenido, toda la utopía dormida… El día que
miraste tus propias manos y supiste que estaban hechas para acariciar, que
escuchaste tu voz y comprendiste que nació para susurrar… Y viste que tu cuerpo
era tan torpe, tan limitado, pero que podías darle nuevo uso. Pero susurrar
entre ruidos y palpar el aire viciado te sigue ensuciando. El Histrión de la
sensibilidad se desata, y hay días que te colma de belleza inesperada, y noches
que canta melodías ensordecedoras porque se aburre. Labios que modelan la
bruma, respiraciones asincopadas, momentos que dejan sin aire por llenarte de
esencias indescriptibles… El Histrión te dice que eres capaz de todo eso, y tú
no quieres menos que eso. El día en que los pensamientos tomen forma, como en
un espejo. La resurrección de lo que nunca estuvo vivo, colmar el hueco… Entre
trazo y trazo, devorando insatisfacciones, desgarrando ansiedades, cegando
visiones tan reales… ¿Puedes imaginar lo que no existe? ¿Puedes construir lo
que sueñas? Me agarro despedazando mis manos al mantra obsesivo de que puedo negar
la absurda realidad. No puede ser que a esta dimensión del pensamiento sea la
mayoría ciega. Precioso será vivir en el fragmento de segundo en que despiertas
y no recuerdas quién eres… Sueña, sueña…
METANOIA
Siento el estómago encogido, como
sucumbiendo ante la vergüenza. Pero sé que ese pudor me ha sido enseñado. Noto
la cabeza empapada de ideas frágiles, de frases entre cortadas, pero soy
consciente de que se aturde mi flujo por las cuerdas de su yugo. Veo lo que hay
fuera y apenas atisbo el dentro. Nace de mí, para mí… Debo conseguir verlo. Y
tal vez me diga quién soy más allá de este nombre y de este atuendo. Puede que
me descubra secretos anhelos. Eso que define, que te cubre, que es cálido y
tierno… El Yo eterno y sediento. Bailar como con uno mismo, como brotando, en
la espiral de la metanoia. Crecer siempre hacia fuera cuando has estado tan
dentro. El hermoso paraíso que somos, liberados del destierro y amar cada
sentimiento que te estremece como verdadero. Mi universo incomprendido se ahoga
pero escupe fuego… Henchido de sombras y
brillante de nuevo.
ALMA/LIMBO
Profusa belleza, difusa certeza.
Escapa de mí hasta el mínimo roce que la da forma. En bucle en mi cabeza, el
rumor… Y su tacto tan sagrado, olores corpóreos profundos…El recuerdo de la
sensación del aire que nos envuelve. Y el temor que me cubre por si choco
contra la arista del sueño. La retina casi colmada de la imagen de la piel
trémula, los labios insaciables de una amargura compleja. Caminar como en una
sombra, apurando un filo, meciendo el vértigo espeso. Y la húmeda calidez entre
los dedos que la absorben de nuevo. El fluido que ayer fue sangre se desborda a
través de laberintos por momentos. La
suavidad resbaladiza, la espesura de la tiniebla más dulce jamás descrita.
Sabores inhumanos tan bellos… Buscando con las manos lo que ya está dentro,
fundiéndose en un letargo que desear eterno. Misticismo voluptuoso. Mera
anécdota el cuerpo. Temblores en auras rosas, destellos de sudores violetas. La
melodía de incongruencias enraizadas en cavidades del ánima. Lento, rápido,
velocidades, estímulos en eco. Usurpar la voluntad quieta, desatar la
ebullición de la esencia. El destino de la vida, la pasión de la inercia.