lunes, 30 de julio de 2012

HISTRIÓN


HISTRIÓN

Llorar por nada es llorar por todo. El agotamiento de una vida inactiva. Dejar de ser educado, sentir que queman los sueños por dentro. No es productivo imaginar. Resquebrajar la coraza de normalidad a espasmos. Todo lo retenido, toda la utopía dormida… El día que miraste tus propias manos y supiste que estaban hechas para acariciar, que escuchaste tu voz y comprendiste que nació para susurrar… Y viste que tu cuerpo era tan torpe, tan limitado, pero que podías darle nuevo uso. Pero susurrar entre ruidos y palpar el aire viciado te sigue ensuciando. El Histrión de la sensibilidad se desata, y hay días que te colma de belleza inesperada, y noches que canta melodías ensordecedoras porque se aburre. Labios que modelan la bruma, respiraciones asincopadas, momentos que dejan sin aire por llenarte de esencias indescriptibles… El Histrión te dice que eres capaz de todo eso, y tú no quieres menos que eso. El día en que los pensamientos tomen forma, como en un espejo. La resurrección de lo que nunca estuvo vivo, colmar el hueco… Entre trazo y trazo, devorando insatisfacciones, desgarrando ansiedades, cegando visiones tan reales… ¿Puedes imaginar lo que no existe? ¿Puedes construir lo que sueñas? Me agarro despedazando mis manos al mantra obsesivo de que puedo negar la absurda realidad. No puede ser que a esta dimensión del pensamiento sea la mayoría ciega. Precioso será vivir en el fragmento de segundo en que despiertas y no recuerdas quién eres… Sueña, sueña…

METANOIA

Siento el estómago encogido, como sucumbiendo ante la vergüenza. Pero sé que ese pudor me ha sido enseñado. Noto la cabeza empapada de ideas frágiles, de frases entre cortadas, pero soy consciente de que se aturde mi flujo por las cuerdas de su yugo. Veo lo que hay fuera y apenas atisbo el dentro. Nace de mí, para mí… Debo conseguir verlo. Y tal vez me diga quién soy más allá de este nombre y de este atuendo. Puede que me descubra secretos anhelos. Eso que define, que te cubre, que es cálido y tierno… El Yo eterno y sediento. Bailar como con uno mismo, como brotando, en la espiral de la metanoia. Crecer siempre hacia fuera cuando has estado tan dentro. El hermoso paraíso que somos, liberados del destierro y amar cada sentimiento que te estremece como verdadero. Mi universo incomprendido se ahoga pero escupe fuego… Henchido de sombras y  brillante de nuevo.

ALMA/LIMBO

Profusa belleza, difusa certeza. Escapa de mí hasta el mínimo roce que la da forma. En bucle en mi cabeza, el rumor… Y su tacto tan sagrado, olores corpóreos profundos…El recuerdo de la sensación del aire que nos envuelve. Y el temor que me cubre por si choco contra la arista del sueño. La retina casi colmada de la imagen de la piel trémula, los labios insaciables de una amargura compleja. Caminar como en una sombra, apurando un filo, meciendo el vértigo espeso. Y la húmeda calidez entre los dedos que la absorben de nuevo. El fluido que ayer fue sangre se desborda a través de  laberintos por momentos. La suavidad resbaladiza, la espesura de la tiniebla más dulce jamás descrita. Sabores inhumanos tan bellos… Buscando con las manos lo que ya está dentro, fundiéndose en un letargo que desear eterno. Misticismo voluptuoso. Mera anécdota el cuerpo. Temblores en auras rosas, destellos de sudores violetas. La melodía de incongruencias enraizadas en cavidades del ánima. Lento, rápido, velocidades, estímulos en eco. Usurpar la voluntad quieta, desatar la ebullición de la esencia. El destino de la vida, la pasión de la inercia.   

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